Saturday, April 26, 2008

Por una Ciudad Educada

“Tan sólo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él”. Emmanuel Kant

Lo hemos manifestado en otras ocasiones: la educación de nuestra comunidad es primordial para su desarrollo en todas las demás cosas. La calidad de la ciudadanía es un fundamento de la democracia, pero a la vez, un resultado.

Una ciudadanía más educada, mejor organizada e informada, se constituye en el mayor garante de su funcionamiento y de la institucionalidad. Sólo una ciudadanía bien formada podrá ejercer un verdadero control social y con ello contribuir en la lucha por una ciudad amable y saludable y la educación en la ciudad es una tarea de todos, una labor compartida que exige nuestro compromiso y nuestra participación activa en la medida de lo posible.

Problemas y soluciones son parte del proceso dinámico de nuestra ciudad. Una ciudad que, para evolucionar a mejor, requiere cambios cualitativos que sólo pueden producirse cuando crecen los niveles de competencias en educación, cultura y participación ciudadana. Todo ello se podría evidenciar en la calidad de la convivencia ciudadana. Y sabemos que la convivencia comienza en las familias, pero se incuba en un buen entorno o se malogra por el mismo.

La población con educación, tiene mejores perspectivas de empleo y trabajo; la población con educación, se alimenta mejor y sufre menos enfermedades; la población con educación, vive más tiempo; es menos violenta y más importante, inculca esos valores a las generaciones venideras. Pero, cuando nos planteamos la necesidad de elevar la calidad de vida de todos, no sólo de unos pocos, y, cuando queremos hacer nuestro nivel de convivencia más elevado, o cuando pensamos en solucionar los problemas que afectan hoy a la ciudad y cuyos protagonistas o víctimas son los niños y los jóvenes, tenemos que reflexionar, tenemos que volver nuestra mirada y nuestra conciencia hacia nuestra propia implicación real en la educación de todos los que nos rodean.

Una ciudad que educa no es sólo una ciudad que gestiona servicios materiales o que incluso instruye con programas especiales, es también, y sobretodo, una ciudad que promueve y crece en valores humanos y cívicos, que se cuida a sí misma, que se aprecia en lo que tiene y trabaja por mejorarse, teniendo presente a las generaciones que la harán digna y habitable. Y no se trata, al hablar de ciudad educada, que la acción se refleje tan sólo en el mejoramiento de la calidad de la educación, sino también en todas las actividades que dan solidez a la construcción de ciudadanía: en la manera como nos relacionamos con los demás, en el respeto a los derechos humanos y ciudadanos, al cumplimiento de los deberes, a la valoración y el cuidado de la naturaleza y al buen comportamiento en los espacios públicos, entre otros aspectos.

La transmisión de un código de convivencia debe ser un compromiso del conjunto de la sociedad, destacándose que, en primer lugar, que la familia debe ser una escuela de educación cívica. Es en el seno familiar, más que en cualquier otro ámbito social, donde se debe formar la esencia del comportamiento del individuo. Es, mediante esas enseñanzas hogareñas, donde surgen las tradiciones, creencias, valores, actitudes y principios que dejarán huella en las generaciones venideras.

Por otro lado, hay que construir la “ciudad educada”; es decir, un conjunto de instalaciones, recursos y actividades que, de forma coordinada, desde distintos ámbitos: los museos, las bibliotecas, los medios de comunicación, los servicios sociales, etc., contribuyan, junto con la familia y la escuela, a transmitir a la población valores y pautas de comportamiento que favorezcan la convivencia, la integración social y el desarrollo personal y comunitario.

Y en esta dirección encontramos la propuesta de Gestión Municipal del profesor Ricardo Maldonado, de la cual extraemos, para concluir:...”Una comunidad más educada y ciudadana es la base para la superación de la pobreza y el desarrollo sostenible. El camino que puede conducir hacia estas metas, requiere del compromiso o acuerdo social entre: el gobierno, la empresa privada, la academia, las comunidades y las organizaciones civiles (partidos políticos, sindicatos, ONG): El logro de esas metas pasa por el respeto absoluto a la pluralidad política, ideológica y económica. Un gobierno que promueve ciudadanía garantiza el ejercicio de la organización y participación comunitaria, la reconstrucción del tejido social, el control ciudadano de la gestión pública y la revalorización de la confianza en lo público, como instrumentos para lograr gobernabilidad y una mejor calidad de vida para todos sus ciudadanos...”

http://www.el-carabobeno.com/p_pag_opn.aspx?id=o260408-02

No comments: