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Ateneo de Valencia: un corazón que vive

El Ateneo de Valencia, Asociación Civil, que tiene 72 años de existencia, educando a través del arte a la comunidad regional y nacional, a partir de su fundación el 25 de febrero de 1936, está atravesando por una profunda crisis, quizá la hora más oscura de su luminosa existencia, desde el pasado 18 de junio, cuando un grupo de sus empleados cerró las puertas de acceso, de manera violenta, a las ocho de la mañana de aquel día.

Ante la inusual forma de protesta, violenta y agresiva por parte de los empleados que exigían que renunciara a su cargo de presidente de la Junta Directiva, el escritor José Napoleon Oropeza, accedió a dicha solicitud, creyendo que, tras ese gesto suyo de buena fe, se propiciaría el diálogo entre los empleados tomistas y el resto de los integrantes de la Junta Directiva. Se encargó de la presidencia el Vicepresidente Dr Iván Hurtado León, quien empezó un tortuoso camino, tratando de dialogar con los tomistas, que desviaron sus reclamos y exigencias laborales en otro sentido: exigían la renuncia de toda la Junta en pleno y la convocatoria a una supuesta Asamblea Constituyente para cambiar el Estatuto de la institución, bajo el pretexto de hacerla, según ellos, mucho más democrática y al servicio del pueblo y de la comunidad. Entonces ( y así lo declararon los tomistas a la prensa escrita y otros medios de comunicación) se evidenció que el Gobierno Bolivariano de Carabobo, estaba sumergido en esa abrupta huelga por muy justos que fuesen los reclamos de los trabajadores, como lo aclaró toda la Junta Directiva repetidas veces.

En las discusiones entre los empleados y los miembros de la Junta siempre estaban presentes la Secretaria de Educación, Sarina Cascone y el Secretario de Cultura Gerardo Estrada, aparte de sendas declaraciones del propio Gobernador del Estado y de su Secretario de Planificación Economista Miguel González Chejade. Se produjo la confiscación de uno de los edificios del Ateneo, el administrativo, por parte del Gobernador, a través de un Decreto y se lo asignó a la Secretaría de Educación. Este Decreto está siendo analizado por un equipo de juristas y, próximamente, se pedirá su nulidad, a través de un libelo con el alegato de lo que se conoce, en Derecho, como interdicto y posesión pacifica de dicho edificio por parte del Ateneo de Valencia.

El día lunes 29 de julio la Asamblea de Miembros del Ateneo de Valencia, no aceptó la renuncia de José Napoleon Oropeza y le ordenó permanecer en su cargo, para el cual fue electo, período 2004-2009. Los empleados tomistas no han desocupado el edificio y, al contrario, se han mostrado reacios a acatar el resultado de la Asamblea. El próximo viernes 10 se producirá una tercera y quizá definitiva reunión entre los tomistas y la Junta Directiva en la Inspectoría del Trabajo, que ha llamado a la conciliación, pese a que en la segunda reunión celebrada, ya el paro fue declarado ilegal, por no haber cumplido con las etapas previas previstas en la Ley del Trabajo.

Entretanto, la institución sigue paralizada y los programas como la retrospectiva del Salón “Arturo Michelena”, los talleres infantiles que dicta el Ateneo de Valencia dentro y fuera de su sede, las exposiciones, las actividades comunitarias como el Salón de los artesanos, el Salón de Dibujo y Pintura Infantil “La Luciérnaga”, aguardan el cese del conflicto. Igualmente, se espera que en el último trimestre de este año se convoquen las Bienales Latinoamericanas de Literatura “José Rafael Pocaterra”, “Enrique Bernardo Núñez” y “Canta Pirulero”, de literatura para niños, programas de más de cincuenta años de existencia en el país y en Latinoamérica.

Por otra parte, resulta conveniente resaltar dos elementos: el Ateneo de Valencia ha demostrado ser, quizá, entre los ateneos de Venezuela, el que mayor alternabilidad en el ejercicio del cargo de Presidente: José Napoleon Oropeza es el presidente número 27 de la institución y cuando pocas instituciones efectuaban trabajo comunitario, este Ateneo de Valencia tenía programas para las barriadas más populares de Valencia, desde hace treinta años. La ciudad y la historia registrada por esta institución le hace honor a su lema: Ateneo de Valencia, un corazón que vive.

Al agradecer, en nombre de la Junta Directiva, a la ciudadana Rectora, profesora María Luisa Aguilar de Maldonado, al resto de las autoridades universitarias y a todos los honorables miembros del Consejo Universitario, por este derecho de palabra, concedido en el día de hoy lunes 11 de febrero de 2008, deseamos plantear a los señores consejeros su apoyo moral y material para el desarrollo de los programas que, durante varias décadas, hemos impulsado juntos entre la Universidad de Carabobo y el Ateneo de Valencia. Me refiero al Salón “Arturo Michelena”, hoy transformado, desde el año 2004, en Bienal de Arte “Salón Arturo Michelena” y que, en su edición número 64, estará dedicada a la Universidad de Carabobo, con motivo de los cincuenta años de su reapertura y a las Bienales Latinoamericanas de Literatura “José Rafael Pocaterra”, “Enrique Bernardo Núñez” y “Canta Pirulero”.

Deseamos, igualmente, solicitar apoyo para la realización de una inspección judicial ocular en el local donde funcionaba el Centro de Investigación y Documentación de las Artes Venezolanas, cuyos recursos bibliográficos, videos, filmadoras y documentos incunables son propiedad de la Universidad de Carabobo, así como los equipos de computación. El material bibliográfico fue enteramente donado por mi persona y mi familia a la UC. Estamos hablando de más de cuatro mil volúmenes de obras literarias y otras disciplinas de índole humanístico y artístico, utilizados por centenares de estudiantes de pregrado y de postgrado. El Centro fue inaugurado por el Rector Ricardo Maldonado en el año 2004. Tenemos información que fue desmantelado totalmente.

Agradecemos sus manos y corazones trenzados en ayudarnos a superar esta oscura noche en la vida del Ateneo de Valencia. La ciudad y el cielo todo de Carabobo no se merecen la injusta afrenta que hemos vivido. Gracias a ustedes. Gracias por oírnos y abrir su corazón a este clamor que, en esta tarde, hemos proferido en este gran recinto.

José Napoleon Oropeza

Presidente del Ateneo de Valencia